Cap 3 - die Klage der Rose - El Lamento de la Rosa
-¿Por qué…? ¿Por qué-Desu?
Los quejidos se hacían mas audibles a medida que abría la tapa de mi maleta.
-Souseiseki…
Salí de mi lugar de descanso y caminé hacia ella.
-¿Dónde quedaron tus promesas-Desu?... Que estaríamos siempre juntas… ¿Dónde quedó todo eso?
-Dejala dormir…- Le dije. Se volvió sorprendida, como si acabase de darse cuenta que estaba en una habitación con dos personas… Si a las Rozen Maiden se nos podía considerar como personas- ¿Cómo esperas que te tenga paciencia si intentas despertarla? Dejala ir a su ritmo… y algún día se despertará.
Intentaba que Suiseiseki abandonase eso de una vez. Jun necesitaba descansar y la hora de dormir había pasado hace mucho.
-Shi…- No llegó a murmurar el resto de la palabra porque me abrazó y allí se quedó llorando.
-¿Por qué…? ¿Por qué…?
-Suiseiseki… ¿Alguna vez Souseiseki te ha fallado?
Sus ojos impares me miraron sorprendidos.
-S-Si-Desu… Cuando peleo contra Shinku hace años… Y-Y cuando se quedó con el abuelo… Y cuando…
Comprendí que no quería pronunciarlo. “Cuando me abandonó por el Alice Game”… Yo tampoco quería.
-¿Y esos son fallos?-Inquirí - ¿Seguir sus ideales y sacrificarse por los demás?
-P-Pero-Desu… ¡Yo le dije que no lo hiciera!...
-Souseiseki hacía lo correcto. Incluso cuando dejó que te marcharas y hasta el final, hizo lo correcto.
-¡Pero me ha dejado! Su roza mistica se ha ido y Souseiseki está durmiendo, durmiendo eternamente! ¡Eso no es correcto!
-Shhh…- Murmuré mientras la abrazaba. Jun se removió en sueños y luego se quedó quieto.
-No creo que esto dure eternamente. Souseiseki sabe que tu eres una impaciente y tal vez quiera darte un escarmiento, pero no durará para siempre.
-Shinku… -Su rostro se tensó de pronto- ¡La he visto! ¡La he visto-Desu!
-A quien has visto?
Sabía que era una pregunta estúpida, pero era lo único que podía decir. Ya sabía que quien estaba hablando Suiseiseki.
-A Souseiseki! Apareció de repente en el espejo y luego se desvaneció.
-Vuelve a dormir Suiseiseki - Ordené mientras me incorporaba. Me miró sorprendida pero obedeció y regreso a su maleta.
Una vez hecho eso, me sacudí el polvo del vestido y caminé tranquilamente a la habitación del espejo.
El reflejo que contemplaba era el de una señorita de ojos azules.
Suspiré. No había nadie allí. Frustrada, cerré la puerta y regresé a la habitación. Sería larga lo que quedaba de la noche.
Cap 4 - Schwarze Rose trifft die weiße Rose - La Rosa negra conoce a la Rosa blanca (Suigintou Pov)
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